Images Un buen día me decidí a cuidar mi salud y bajar de peso.

Hace 2 años estaba terminado mi servicio social, llevaba una vida sedentaria en la que vivía comiendo de todo y en grandes cantidades (nunca en mi vida había visitado un nutriólogo), tomaba mínimo un par de días a la semana y me desvelaba casi diario. Cuando regrese al Distrito Federal ya pesaba 97 kilogramos, usaba pantalones talla 36, tenia triglicéridos altos y no podía respirar bien, había terminado con mi novia y no podía trabajar porque estaba en trámite mi título.

Comencé a sentir que no estaba viviendo lo que realmente quería..

Un amigo me convenció de inscribirme a un gimnasio pero durante 2 meses no bajaba de peso, por lo que tome suplementos, intentaba hacer dietas de revista y cuando más me desespere tome medicamentos para bajar de peso, estos últimos me causaron problemas de salud (tirotoxicosis, colitis, síndrome de mala absorción, anemia, etc.) , aún así logre bajar 5 kilogramos, solamente hacía 20 minutos de spinning en el gimnasio además tomaba mi licuado de proteínas antes/después de hacer ejercicio pero seguía comiendo igual de mal y tomando alcohol cada fin de semana.

Me sentía apático ante la vida y los usuarios del gimnasio no me ayudaban porque la gran mayoría soñaba con ser stripper o fisicoculturista, fue así que en una fiesta le comenté a mi amigo como me sentía y me dijo: “¿Por qué no corres? Con eso bajas de peso bien rápido”. Fue así como empecé a correr, al principio me cansaba a los 400 metros, después corría menos de 5 kilómetros a la semana porque me faltaba el aire y sudaba demasiado.

Reflexione mucho pero llegue a un punto de catarsis en esos momentos porque aprendí más humildad para admitir que tenía errores al autodestruirme con adicciones y comiendo mal, por lo tanto, decidí madurar para corregirlos, entendí que solo aquellos que tocan fondo en su vida saben el significado de arriesgar todo, para ganar y/o perder. Al cabo de poco tiempo participe en 2 carreras de 10 y 5 kilómetros pero necesitaba aprender a comer.

Un compañero del trabajo me platico del Sistema Fitness, investigue, comencé a leer su página y a seguirlos en twitter. En Enero de este año me decidí a ir con la nutrióloga Mariana Velázquez a.k.a. @nutrifitness, le platique todo lo que hacía (por su puesto se sorprendió de tantas tonterías), le pedí bajar mi índice de grasa, subir masa muscular y aprender a comer sano. Después de 2 meses vi resultados perdiendo 6 kilogramos de grasa y subiendo 3 kilogramos de musculo cuando lo único que hice fue seguir el menú sin desesperarme y teniendo la mejor actitud, sobre todo asimilé que es más delicioso comer alimentos ricos en proteínas en vez de un licuado de proteínas sintéticas, en 2 meses más me enseño la dieta de equivalentes y aprendí a comer sanamente.

Pedí asesoría de un médico del deporte mejorando mi técnica, fuerza y velocidad al correr llegando a realizar este año mi primer maratón, en donde también mi nutrióloga me ayudo haciéndome una dieta para la competencia. Al poco tiempo mis amigos se olvidaron de mí pero ahora soy feliz sin autodestruirme y no extraño beber alcohol cada fin de semana pero no importa porque ahora los pantalones talla 30 se me caen si no uso cinturón, continúe corriendo y poco a poco fui adquiriendo el gusto por esa actividad deportiva y he hecho más amigos de lo que creí.

En conclusión, al fin he dejado atrás un pasado de apatía, depresión, adicciones y críticas por la simple razón de levantarme todos los días, amarrándome bien los tenis, comiendo bien, trabajando duro en los entrenamientos y no decaer jamás. Ahora soy muy feliz, gané disciplina y fuerza para mejorar mi actitud hacía la vida y sé que ahora puedo superar cualquier prueba que me proponga recordando en todo momento que por debajo de mis brazos llevo conmigo a quienes me ayudaron a convertirme en el ser humano que soy el día de hoy.